sexta-feira, 3 de agosto de 2018

CURSO DE ILUSTRAÇÃO EDITORIAL
Série O Conto Ilustrado
LUIS TRIMANO
Ilustrações para "Fabla Salvaje" de César Vallejo
Idrográfica e esferográfica

"El Barco" - Edição virtual - Monte Alto - Rio de Janeiro - 2018 

CÉSAR VALLEJO


Fabla Salvaje é um pequeno romance
do escritor modernista peruano César Vallejo (Santiago
de Chuco, Perú 1892 - Paris, França 1938), publicado
em Lima em 1923. Foi descrito como romance psicológico.
A história é próxima do gênero conhecido como "fantástico",
y nos lembra muito da atmosfera e dos personagens
das histórias de Edgar Allan Poe.
Utiliza o tema literário do "duplo", ou seja, o desdobramento
da personalidade do protagonista, já utilizado por outros
escritores como Guy de Maupassant e Robert Louis Stevenson.
O argumento centra-se na loucura repentina 
de um camponês, Balta Espinar, que começa a sentir-se
assediado por um ser fantasmagórico.
O produto desta psicose atinge sua esposa grávida,
afasta-se de casa e acaba atirando-se de um penhasco.
Os eventos ocorrem em um ambiente rural, localizado
nas montanhas do norte do Perú.
O personagem Balta Espinar, um camponês dos andes peruanos, é dono de uma cabana em uma fazenda
no campo. De repente, apresenta sintomas psicopatológicos
de esquizofrenia paranoide, sofre pesadelos, 
ouve murmúrios e sente ciúme infundado de sua esposa,
a quem maltrata de maneira brutal.
Adelaida, esposa de Balta, é uma mulher dedicada
as tarefas domésticas, grávida de seu primeiro filho,
e vítima do ciume do marido, que a acusa sem fundamento,
de ter um amante.
Certa manhã, Balta Espinar se levanta e pega o espelho
para ver seu rosto, mas o solta inesperadamente
quando pensa ver o reflexo do rosto de uma pessoa
desconhecida. O espelho está quebrado e Balta está
em um terrível estado de angustia.
A quebra do espelho é um mau presságio, segundo
a mentalidade supersticiosa das pessoas do campo.
De um momento para outro o homem começa a sofrer 
de insônia e a ter pesadelos, sente-se observado
e passa a acreditar que é o amante de sua esposa Adelaida.
Prisioneiro dos ciumes, sai de casa, atravessa os pântanos,
sobe a um penhasco e de repente sente novamente 
a presença do ser misterioso que lhe roça as costas;
aterrorizado faz um movimento para a frente 
e cai no abismo. 
Naquele mesmo dia, sua esposa da à luz, ignorante do terrível fim do marido.

dados extraídos da Wikipédia
FABLA SALVAJE
César Vallejo
 

TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


Balta Espinar levantóse del lecho y restregándose
los adormilados ojos, dirigióse con paso negligente
hacia la puerta y cayó al corredor. Acercóse al pilar
y descolgó de un clavo el pequeño espejo. Viose en él
y tuvo un estremecimiento súbito. El espejo se hizo trizas
en el enladrillado pavimento, y en el aire tranquilo de la casa
resonó un áspero  y ligero ruido de cristal y hojalata.
Balta quedose pálido y temblando.
Sobresaltado volvió rápidamente la cara atrás 
y a todos lados, como si su estremecimiento hubiérase
debido a la sorpresa de sentir a alguien agitarse furtivamente
en torno suyo.

trecho

TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


Balta no pudo dormir.
Revolvíase en la cama, sumido en sombríos pensamientos.
Desde que se casaron era la primera zozobra que turbara 
su felicidad. De vez en cuando se oía el gemir entrecortado
de Adelaida.
A Balta habíale ocurrido una cosa extraña al mirarse
en el espejo: habia visto cruzar por el cristal una cara
desconocida. El estupor relampagueó en sus nervios,
haciéndole derribar el espejo.
Pasados algunos segundos, creyó que alguien habíase
asomado por la espalda al cristal, y después de volver
la mirada a todos lados en su busca, pensó que debía
estar aún trastornado por el sueño, pues acababa
de levantarse, y se tranquilizó. Mas ahora, en medio de la noche, ayendo sollozar desvelada a su mujer, 
la escena del espejo surgía en su cerebro y le atormentaba
misteriosamente.

trecho

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Obsesionado Balta por los celos, aquella noche
injurió a su mujer, la acuchilló a denuetos, y poseído
del más sincero y recóndito dolor, le decia:
- Está bien, Está bien. Pero tú has muerto ya para mi!
Adelaida intentó en un principio persuadirle
de que sus cargos eran infundados.
___________________________________________

Tras una noche llena de implacables suplicios morales
para ambos, Balta, irritados los nervios por la vigilia
y los pesares, transido, cárdeno de incurable desventura,
con el amanecer, volvió al campo, abandonando a Adelaida
en la morada de la aldea. Ella permanecia dormida
y enlutada sobre el lecho.
_______________________________________________

Balta, sentado en el filo de la roca miraba todo esto
como en una pintura. De su cerebro dispersábanse
tumefactas y veladas figuras de pesadilla,
bocetos alucinantes y dolorosos.
Contempló largamente el campo, el límpido cielo turquí,
y experimentó un leve airecillo de gracia consoladora
y un basto candor vegetal. 
Abríase su pecho en un gran desahogo, y se sintió en paz
y en olvido de todo, penetrado de un infinito espasmo
de santidad primitiva. 
Sentouse aun más al borde del elevado risco.
El cielo quedó limpio y puro hasta los últimos confines.
De súbito, alguien rozó por la espalda a Balta,
hizo este un brusco movimiento pavorido hacia adelante
y su caída fué instantánea, horrorosa, espeluznante,
hacia el abismo.

trecho

TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


Por la tarde de aquel mismo dia, en la casa de la aldea,
Adelaida, ignorante aún del espantoso fin de su marido,
yacia en el lecho descarnada y llorando. Doña Antuca,
sentada en el umbral del dormitorio, velaba el sueño
del nieto, que acababa de nacer esa mañana. El niño
de vez en vez, sobresaltabase sin causa y berreaba
dolorosamente. 
El cirio que ardia ante el ara comenzó a chorrearse;
su pabilo giraba a pausas y en círculo, chisporroteando, y,
cuando la mano trémula de la abuela fue a despavesarlo
y a arreglarlo, hallolo mirando largamente a la puerta
que permanecía entornada al corredor. Llorando salía
por allí la triste lumbre religiosa, hincábase a duras penas
en los frios pañales del poniente y ganaba por fin
hacia lo lejos.
Era el mes de marzo y empezó a llover.

trecho final 

TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE


TRIMANO - VALLEJO - FABLA SALVAJE