terça-feira, 25 de novembro de 2014

HOY LE HA ENTRADO UNA
ASTILLA...

Hoy le ha entrado una astilla.
Hoy le ha entrado una astilla cerca, dándole
cerca, fuerte, en su modo
de ser y en su centavo ya famoso.
Le ha dolido la suerte mucho,
todo;
le ha dolido la puerta,
le ha dolido la faja, dándole
sed aflixión
y sed del vaso pero no del vino.
Hoy le salió a la pobre vecina del aire,
a escondidas, humareda de su dogma;
hoy le ha entrado una astilla.

La inmensidad persíguela
a distancia superficial, a un vasto eslabonazo.
Hoy le salió a la pobre vecina del viento
en la mejilla, norte, y en la mejilla, oriente;
hoy le ha entrado una astilla.

Quién comprará, en los dias perecederos, ásperos,
un pedacito de café con leche,
y quién, sin ella, bajará a su rastro hasta dar luz?
Quién será, luego, sábado, a las siete?
Tristes son las astillas que le entram
a uno,
exactamente ahí precisamente!
Hoy le entró a la pobre vecina del viaje,
una llama apagada en el oráculo,
hoy le ha entrado una astilla.

Le ha dolido el dolor, el dolor joven,
el dolor niño, el dolorazo, dándole
en las manos
y dándole sed, aflixión
y sed del vaso, pero no del vino.
La pobre pobrecita!

César Vallejo

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